-Examinar los pies todos los días y comprobar que no haya enrojecimiento, hinchazón, callos, durezas, uñas encarnadas o cortes en la piel.
-Lavar los pies a diario con jabón neutro y agua templada.
-Secarlos bien.
-Utilizar crema hidratante pero no entre los dedos.
-Es preferible limar las uñas con una lima de cartón mejor que cortarlas.
-No aplicar calor o frío directamente sobre los pies.
-Utilizar calcetines y medias de algodón o lana, sin costuras ni elásticos que opriman. Cambiarlos todos los días.
-Llevar solamente zapatos cómodos y flexibles de cuero sin mucho tacón y con puntera redondeada.
-No caminar descalzo, ni siquiera dentro de casa.